Durante las dos últimas décadas, el antígeno específico de próstata (PSA) se ha utilizado de forma generalizada para el diagnóstico, screening y seguimiento del CaP. El tacto rectal y la ecografía transrectal han sido incluidas como pruebas para el diagnóstico del CaP. No obstante, la biopsia prostática y el examen del tejido por el patólogo son los procedimientos esenciales para el diagnóstico definitivo del CaP.
Se han llevado a cabo programas de screening para el CaP. El screening o cribado se refiere a pruebas realizadas para detectar una enfermedad, en nuestro
caso CaP, en un determinado número de personas que no tienen ningún síntoma de enfermedad. Existen dos tipos de cribado, el cribado poblacional o colectivo, que es la exploración de varones asintomáticos (en riesgo), que suele llevarse a cabo como parte de un ensayo o estudio y es iniciado por el encargado del cribado; y la detección precoz o cribado oportunista, que conlleva la búsqueda de casos individuales, que son iniciadas por la persona objeto del cribado (paciente) o por su médico.
El objetivo principal de ambos tipos de cribado-screening es reducir la enfermedad específica y la mortalidad general, pero también tiene como objetivo mejorar la calidad de vida en el futuro de la persona que padece la enfermedad tumoral; la calidad de vida, expresada en años de vida ajustados por la calidad (AVAC), es muy importante. Es una realidad incuestionable que los programas que se han realizado de screening de CaP basados en la determinación de PSA en sangre han detectado muchos casos de CaP asintomáticos, aunque también hay una evidencia de que un porcentaje importante de varones con CaP asintomáticos detectados mediante screening de PSA tienen un tumor que no progresará, o bien progresará lentamente, y permanecerá asintomático de por vida. Ambas situaciones se describen como “sobrediagnóstico” o “pseudoenfermedad”.
La tasa de sobrediagnóstico de CaP incrementa el número de varones que van a ser sometidos a biopsia prostática y, por tanto, el número de pacientes con CaP que van a ser detectados en el screening poblacional es elevado. En casi un 25 % de pacientes se aumenta el número de biopsias prostáticas cuando se hace un screening de CaP basado en determinaciones de PSA. La magnitud precisa del sobrediagnóstico asociada a un programa de screening para diagnóstico y tratamiento del CaP es difícil de determinar, pero se estima que la tasa oscila entre el 17 y el 50 %. La detección del CaP mediante screening ha generado un intenso debate dentro de la comunidad médica, como lo demuestran las distintas recomendaciones formuladas por las organizaciones médicas.